El alemán es una lengua con declinaciones, es decir, tiene casos que cumplen distintas funciones gramaticales. Al principio de nuestro aprendizaje esto nos parece un muro insalvable porque el español ya no las tiene. Pero si hemos estudiado algo de latín en nuestros años de adolescencia, recordaremos que la lengua que dio lugar a los idiomas romances tenía seis casos. […sigue leyendo en el blog ‘El Alemanista’]